Yo nunca hice rin raje, nunca comí alimento de mascotas, nunca tuvieron que hacer palmas por mí porque nunca me perdí y si lo hice lo solucione sola, nunca me tire al barro, nunca me comí los mocos, nunca me metí objetos de dudosa procedencia por nariz o boca, nunca me abrí la pera ni la frente, nunca me escapé de mi casa, nunca me peleé por alguno de los juegos infantiles que jugaba. Tampoco arruine ningún mueble, ni corrí desnuda por la playa. 
Quizás porque no hice nada de lo que he nombrado es que me cuesta pensar en mí misma como una persona interesante. O que vale la pena. Nos preguntan quiénes somos, qué nos gusta o qué queremos, se me hace un nudo en la garganta y se me cierran las ideas. ¿Qué hice hasta ahora? ¿No será hora de que me largue a correr después de tocar un timbre? ¿Podré pelearme a esta edad por juegos infantiles; por quién usa la hamaca y quién se tira el tobogán? ¿O jugar afuera hasta que el sol se ponga, me coman viva los mosquitos y mi mamá me pida que entre? ¿No será momento de que me pierda y que me busquen? ¿Es muy tarde para meterme un M&M por la nariz o morder los bordes de los libros? 
¿No será hora de lanzarme al barro, ensuciarme por un rato, y correr hasta escaparme?
Back to Top