Un amor ingenuo he de presentar en esta imagen principal,
en esta etapa que todo se llega a idealizar

El Pibe de acá a la vuelta no me para de desear
me prende fuego cada vez que mira
mi cuerpo es lo único que admira.

Papá no para de gritar 
mi cabeza en la bañadera sumergida está 
ensordece todo desastre monumental

Mis ojos,
mantienen una mirada inocente 
parecida a la de aquel creyente
quien den encuentra de rodillas rezando en alguna iglesia decente.

Mi cabeza, 
un bosque de gritos que en la imagen 
no quieren dejar aparecer

Dopada con mis amigos de la plaza
Obsesionada con amores que no corresponden
Evitada y sin ser escuchada
siempre la misma gilada.


Por Natalia De Cicco @una.flormuert4
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